Única a la vista y rara de encontrar, esta gran finca en Casares es un sueño hecho realidad. ¡Solo hay una de este tipo! En esta proximidad tanto de playas como de montañas, integrando arquitectura moderna y clásica, disfrutando del confort tanto rural como moderno. Situada en el del sur de España, a 20 km de las playas de la Costa del Sol. Es un diamante en bruto, enclavado en la campiña rústica de Andalucía. Ideal para quienes desean escapar del ajetreo y el bullicio y recuperar la esencia de la vida en el campo en un paisaje natural único.
Tu hogar en esta gran finca en Casares
Repartida en 35 hectáreas de terreno, encontrarás una villa moderna diseñada por el arquitecto Keatinge-Clay. Con un gran garaje, una casa de campo clásica reformada y un edificio con establos. La pieza central de la finca es, por supuesto, la villa moderna. Se utiliza como residencia principal y tiene un diseño arquitectónico espectacular. El arquitecto inglés Paffard Keatinge-Clay, que se formó en el estudio del famoso arquitecto suizo Le Corbusier. Integró hermosos elementos andaluces en el diseño moderno de la residencia principal. Hay una gran sala de estar abierta con orientación al suroeste y acceso a una gran terraza. La amplitud de esta estancia y las grandes cristaleras te hacen sentir que estás en el exterior. Una cocina totalmente equipada, tres amplios dormitorios y dos baños hacen que esta planta sea la parte de la villa donde pasar mayor tiempo. En la planta baja hay un apartamento de invitados con su propia terraza privada. Independiente de esta, está la antigua y clásica casa de campo con dos viviendas independientes. Con mucho espacio para los invitados o los empleados. Esta casa de campo conserva el encanto de la arquitectura y la vida andaluza. Mientras se vive en el lujo de una casa principal de arquitectura única, hay muchas formas en las que se puede disfrutar de la vida tradicional del campo andaluz en esta finca de Casares.
El paisaje de la finca
Las vistas panorámicas de la finca son absolutamente impresionantes. Sierra Crestellina a espaldas de la finca, Gaucín brillando con esplendor en el lado norte, y el hermoso río Genal a sus pies. Esta finca tiene las principales bellezas naturales de Casares a sus puertas. El terreno rústico ha brindado la oportunidad de desarrollar un huerto de regadío en el valle de la finca. Con cerca de 400 árboles, incluyendo naranjos, aguacates y limones, entre otros. Con sus propios pozos de agua del río Genal, la finca tiene muchas oportunidades agrícolas. Junto con los establos y los graneros, esta finca podría convertirse en su propio proyecto agrícola como hobby. Todo el equipo necesario para las prácticas agrícolas está disponible en el establo. Entonces, ¿qué es más atractivo que la opción de agregar estas prácticas a su estancia en esta finca en Casares? Mientras disfruta de sus vistas y del esplendor natural del campo andaluz, también puede disfrutar de sus frutos. Protegido por las montañas, alimentado por las aguas de su propia tierra. La dulzura de los frutos maduros de su propia tierra se convertirá en su nuevo oro.
Lo mejor de ambos mundos
Es raro tener una finca de 35 hectáreas, con una residencia principal actualizada, múltiples residencias para huéspedes, posibilidades agrícolas y una excelente proximidad a la costa y las reservas naturales de la montaña. El equilibrio se presenta de múltiples formas en su patrimonio. Tiene la privacidad de su propiedad, junto con la exposición pública de la vibrante Costa del Sol. La impresionante maravilla arquitectónica de la residencia principal, así como la tradicional casa de campo clásica para huéspedes. El paisaje rústico y salvaje de la campiña natural, que contrasta con la huerta en producción de regadío. Es espectacular ver cuántas opciones tienes disponibles cuando vives en esta finca.
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Nienke Ernstsen | 02 julio 2021
